1. Aprovecha el tiempo
A la hora de entrenar la clave es la constancia. Puedes tener el mejor plan de entrenamiento, el mejor material y los mejores propósitos pero si no eres constante poco vas a conseguir. En este aspecto, cualquier ayuda será bienvenida, por ello el poder entrenar en casa te permitirá aprovechar los ratos libres.
De esta manera tendrás la posibilidad de entrenar de manera persistente, además podrás medir el esfuerzo, y progresar con independencia de las condiciones meteorológicas que haya en el exterior.
2. Entrena sin interrupciones
Cuando ruedo al aire libre configuro el ciclocomputador para que se detenga en los momentos en los que dejo de rodar con la bici, de esta manera calcula el tiempo en el que he estado pedaleando de verdad y no charlando con los amigos. Para muchos aficionados al mountain bike, este deporte tiene un gran aspecto social, ¡te sorprendería lo poco que se puede rodar en una excursión de dos horas y media!
El ciclismo en interiores se puede practicar en solitario o en grupo, pero esta actividad está más centrada en el ejercicio, no hay que esperar al que se ha quedado rezagado o arreglar un pinchazo.
3. Condiciones ideales para entrenar
Una de las ventajas del ciclismo en interiores es que no tenemos que preocuparnos de los imprevistos como baches, viento lateral, o semáforos. Las sesiones pueden ser mucho más efectivas sobre un rodillo, aunque puede que nos cueste más que rodar al aire libre. No cabe duda de que no vamos a tener las ayudas que supone un poco de viento de cola o un descenso.
Planeo muchas sesiones de entrenamiento en interiores, y no al aire libre, incluso para los ciclistas profesionales, porque sé que aprovecharán mejor el tiempo.
4. Céntrate en la técnica
Hay varias bicis de entrenamiento (por ejemplo Wattbike) que detallan el recorrido del pedal, por lo que dan información sobre la eficiencia de la pedalada. Estos datos son valiosos a la hora de mejorar nuestra técnica y rendimiento.
Para aquellos que se estén recuperando de una lesión, aunque la extremidad nos pueda parecer que ya está bien, la información que nos da la bici nos permite saber con mayor exactitud el grado de recuperación. Además, nos muestra si estamos actuando de manera correcta sobre los pedales y las “zonas muertas” de la parte superior de cada revolución.
5. No dependes de la climatología o la luz diurna
A todos nos ha pasado, queremos salir a rodar pero la climatología es horrible. Así es difícil ser constante y mejorar nuestro nivel de forma física. Al no depender de los factores externos podemos realizar sesiones de manera más persistente, lo que en definitiva supone aumentar el volumen del entrenamiento.
No es fácil encontrar el tiempo para rodar al aire libre entre semana, a lo mejor tienes que llevar la bici en coche hasta el punto de partida, o hacerle algún tipo de mantenimiento o quedar con tu grupo habitual de riders. Complementar tus entrenamientos al aire libre con sesiones en interiores ayuda a mejorar tu estado de forma física. Cuando llegue el fin de semana y salgas con la bici te sentirás más preparado, con mayor ritmo y disfrutarás más de la excursión.